lunes, 7 de enero de 2013

Cabildo en El Cabildo



Vista General

El Barco del Carbón celebró el pasado 4 de Enero de 2013 nuevo Cabildo en El Cabildo, con un único orden del día: pasar un rato agradable , celebrando las Fiestas y por supuesto, hablando de cofradías, al calor de la amistad.

Este año contamos con la presencia de nueva tripulación dispuesta a ayudar a llevar este navío a buen puesto en futuras travesías.


Además nos acompañó la saetera y amiga Pili del Castillo que nos obsequió con su magnífica intervención cantando un par de villancicos “ marca de la casa “.
Un momento de la intervención de Pili del Castillo

Buen ambiente carretero y ganas de reunión como se notó en la puntualidad de los asistentes y en los animados corrillos y charlas. Eso sí, sin renunciar a la previa en la Bodeguita Virgen de los Reyes, lugar de reunión de costaleros carreteros para ir abriendo boca con una “ fresquita “  como Dios manda, antes de asistir al ensayo de Cabalgata del Ratoncito Pérez, en el que la Estrella de la Ilusión brillaba en un copa de saludable agua mineral, El Rey Melchor burbujeaba en una CruzCampo Helada, Su Majestad Gaspar en vino Blanco de la Tierra y el Rey Negro se convertía en copazo de tinto de Rioja: cortejo con salida en la mesa de Rubén e itinerario directo al duodeno.


Cada uno haciendo de las suyas




No faltaron las misteriosas llamadas telefónicas que se cruzan todos los años en esta dilecta reunión: nuestro amigo Alemán primer objetivo de los duendes telefónicos, dejó sabiamente el móvil a buen recaudo en los percheros y a cambio nuestro hermano Paco Martínez, tuvo que dar cobertura improvisada a la Cabalgata de... ¡¡¡Casariche!!!!
Señores Mayordomos ( El viernes ejerció José María )

Buena reunión

 -Oiga usted, entonces fue un Cabildo sin ruegos y preguntas, al más puro estilo oficialista del art. 44.


Confidencias al oído entre Antonios.... ejem
Exaltación de la amistad


                           
No se equivoque amigo mío, después del brindis de rigor en honor de nuestra muy Amada Hermandad de la Carretería, trasegado por el que esto teclea con copazo de agua algo coloreadilla con vino, el ruego era obligado: por favor, brindis azucarado cuando?, a partir de ese momento los efluvios del azúcar moreno combinados con el tuneado de los gin-tonics propiciaron algún que otro conciliábulo en la cubierta de proa sin duda sobre temas sabrosos y con fundamento.

Pero todo eso formará ya, parte de otra historia. A eso de las seis de la tarde, los clarines del Heraldo que era Heralda reclamaban nuestra presencia con hijos,sobrinos. nietos y esposas, así que la tarde derivó ya a otros menesteres no sin antes volver a brindar esperanzados por el futuro. Que no nos falte ESPERANZA ni AMISTAD


Apoteosis final