Asimismo estuvieron
presentes en este gran acto, la esposa
del matador, Dª Carmen Tello, y nuestra
hermana y gran actriz de teatro cine y televisión Dª María Galiana entre otros, que fueron
recibidos por nuestra Junta de Gobierno y representada por nuestro entonces
Hermano Mayor, D. José María Sáinz.
Muchas fueran las gestiones y dificultades para poder
encontrar una fecha idónea para todos, especialmente para Doña Cayetana
y organizar con todos los detalles este acto.
De aquella ocasión nos quedó, además del agradecimiento por
la deferencia con nuestra hermandad de estas ilustres personalidades, el grato
recuerdo de la visita y el afecto y amistad de Dª Cayetana, que firmó en el
Libro de honor de la Hermandad junto con el torero y su esposa.
Nuestro Hermano Mayor, al finalizar el acto en Nuestra
Capilla, ante los numerosos medios de comunicación de la ciudad, que dieron
fiel reflejo del acto, al día siguiente en todos los periódicos, redes
sociales, radio y televisión; ya en la intimidad, le hizo entrega al gran maestro Curro y a Doña Cayetana, de un
precioso detalle con la imagen de Nuestro Cristo de la Salud.
Pero el destino, la coincidencia, nos ha hecho descubrir que
para la Duquesa la relación con nuestra hermandad no quedó en el formulismo de
aquella visita y la firma en el libro.
Ella, al finalizar el acto invitó a nuestro Hermano Mayor,
Jose María Sainz y Junta de Gobierno a realizar una visita al Palacio de las
Dueñas, visita que desgraciadamente no se pudo llevar a cabo.
La Capilla del Palacio de la Dueñas, presidida por un
retablo del siglo XV, fue el escenario de la tercera y última boda de la
Duquesa, y en la misma se convirtió a su muerte, en la Capilla ardiente y de
duelo , de la Duquesa, siendo por tanto un lugar de recogimiento y oración muy
querido por Doña Cayetana, y dónde cómo no podía ser de otra manera, se rodeaba
de las imágenes de sus devociones más queridas, por supuesto, Nuestro Padre
Jesús de la Salud de los Gitanos, y Nuestro Padre Jesús del Gran Poder así como
la Esperanza Macarena.
Pero cuál no sería nuestra sorpresa al comprobar que en este
lugar tan íntimo no sólo se encuentran las imágenes referidas. Allí estaba el
Santísimo Cristo de la Salud, de la Carretería, en el cuadro con que la
Hermandad obsequió a Doña Cayetana en su visita a nuestra Hermandad.
Queda así constancia del afecto de la Duquesa a nuestra
Hermandad, que ha merecido el privilegio de estar presente en tan destacado
lugar para Dª Cayetana y su familia.
Muchísimas son las personas que visitan a diario el Palacio
de las Dueñas y muchos hermanos y amigos han visto en un lateral de la Capilla
el cuadro de Nuestro Cristo de la Salud.
Doña Cayetana quiso que allí estuviera.
Un rincón del Arenal, un rincón de nuestra hermandad, un
cielo Azul Carretería en Dueñas.
Siempre nuestro cariño más grande y entrañable a una grandísima Señora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario en "El Barco del Carbón"