viernes, 25 de noviembre de 2011

Noviembre, mes de los difuntos; diciembre, mes de la Esperanza...




Que uno se equivoque con la hora de cultos, lejos de ser un lapsus, es todo un acierto... media hora ante los titulares en vigilia y silencio, una auténtica delicia.

Eso me ocurrió el viernes (pasado)... me presenté media hora antes de lo fijado para los cultos de nuestro gran día (el viernes, pasado)... media hora embelesado en constante giro de 90 grados de izquierda a derecha y de derecha a izquierda (como pasa en la política cada 8 años aproximadamente).

Temprano, bien temprano... y gente, mucha gente... 
Mucho oriundo no conocido con vestimenta enlutada para la ocasión, algunos con traje, otros ocultando la de "diario" con sendos abrigos también oscuros... Unos más tempranos que otros (y algunos más tarde que un "en el nombre del padre"). 

Esto no es una misa al uso, me dije... aquí hay más luto de lo establecido... Lo mismo es que hoy es la misa por los hermanos difuntos... ¿pero, no era la semana que viene? 

Una señora cariacontecida mira atrás para... ¡Ah!, ahora lo entiendo, llega una viuda llorando, enlutada, perdida entre nuestra escueta capilla. Entonces, digo yo, esta es una misa por un fallecido reciente. 

Virgilio de Chipiona, era el señor... Curioso, de Chipiona como aquel que encontró a la Patrona del barrio del Arenal (como dijo monseñor Giovanni Lanzafame). 

Por otra parte, me comunican el fallecimiento de un conocido: buena persona, mejor amigo. 
La tarde-noche que se presentaba tranquila se tiñe de negro cielo enlutado: un tramo de penitentes del Calvario en la penumbra de la Magdalena, se me antoja ahora la noche. 


Esta fúnebre vigilia de noviembre, mes de los difuntos, aquelarre y antesala por la que vendrá el próximo viernes y como el mes que es... Noviembre es hoy más que nunca, 18 de noviembre... 

Esta noche no veo más azul terciopelo que el bruno luto del Mayor Dolor... ni más luz que el oscuro manto negro de una noche que viene y parece que quiere quedarse de "okupa" hasta el próximo viernes (misa de cultos por nuestros hermanos difuntos ) en nuestra capilla... 

Noviembre, otoño, lluvia, frío, caduco... Todo eso viene a mi mente entre Padre Nuestro y podéis ir en paz, y entre paz y un Ave María... 

Por fortuna, ya está a la vuelta de la esquina diciembre: el mes de la Esperanza. El 18 de diciembre (D.m.) renace la Esperanza, esa que tanta falta nos hace... 

Y es que, últimamente, todo es deceso... de personas queridas, de un mundo que ya no es, de ese de aquellos años de bonanza (excesiva, creo yo)... ¡Leches!, hasta hoy me entero del definitivo deceso de los astilleros sevillanos, y del turno de noche de factorías de Renault (por decir algo de un todo inabarcable)... Todo caduco... Todo fatuo... 

Por eso deseo más que nunca que llegue el 18 de diciembre, día de la Esperanza... de la Esperanza venidera y de todo lo bueno que nos queda por hacer... 




Continuará...




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