miércoles, 1 de mayo de 2013

La entrevista... José Manuel León Asuero


José Manuel León Asuero: <<La Carretería ha conseguido ser un ejemplo de seriedad, de respeto, de prestigio y de mejora continua >>



Iniciamos esta nueva sección con la intención de dar a conocer aún más a nuestros queridos contertulios y personas cercanas a nuestro entorno carretero.
Abre este ciclo de entrevistas nuestro querido hermano y amigo José Manuel León Asuero.
José Manuel, experto en corazones, ha vivido un año muy intenso...
Hombre tranquilo y muy cercano en el trato, ha sabido darnos una auténtica lección de "saber estar" cuando se presentó como candidato a Hermano Mayor de la Hermandad.
Si por algo se caracterizó en esos días fue por tener unas excelentes formas y saber encajar como nadie el resultado de las elecciones. Quizá el saber tanto de corazones le haga más fuerte, si cabe, frente a situaciones difíciles.

José Manuel, ¿dónde reside el secreto? ¿Tiene que ver algo con la cardiología?

He intentado actuar como he hecho siempre y no me ha ido excesivamente mal. Tiene que ver con mi forma de ser, no soy persona de embrollos ni de trifulcas, y más cuando hay que decidir sobre temas y actitudes que no te afectan a ti solo. Profesionalmente tienes que desarrollar la paciencia necesaria para escuchar y darle el sosiego necesario a quien está esperando de ti consuelo. Esto hace que se desarrolle la paciencia y la escucha. Pero en definitiva va con la persona.
Pero es muy importante saber que en esos momentos por los que me preguntas no eres tu, sino que eres la cara representativa de un grupo y de una Institución, y ello tiene que llevar a comportarte  como se merecen ambos.
El entrar en discusiones verbalmente violentas y establecer dimes y diretes sin fundamentos no llevan a ninguna parte. Lo que sí lleva a buen puerto es el sentido común, los argumentos y las formas de expresarte, dándole el sitio al oponente aunque en algunos momentos no se haga méritos para ello. No solo hay que ser un señor, sino parecerlo. Pero  como  ya dije, hoy en día ello no está en valor.

A toro pasado, ¿Cómo valoras tu experiencia como candidato a hermano mayor de nuestra Hermandad?

Sumamente positiva. El hecho que un grupo de personas, que han sido compañeros tuyos, piense que puedes ser la persona que lidere el grupo para una empresa que, para ellos y sobre todo para mí, es tan importante, es un orgullo.
Tras un primer tiempo de sorpresa cuando José María me lo transmitió, y seguido de otro de emoción por lo importante y bonito de la empresa que me pedían, empezó la duda de que primero pudiera reunir un equipo ilusionado e ilusionante, que al final se consiguió; y segundo si tendría capacidad para ser un H.M a la altura de lo que se necesitaba, teniendo en cuenta el nivel que mi predecesor me dejaba. Es un honor el administrar tu hermandad con mas de quinientos años de historia
En definitiva he estado muy satisfecho con la confianza que me dieron todos, y una experiencia inigualable. Preparamos entre todos una candidatura que reunía veteranía y juventud, con introducción de la mujer en la gestión de esta Hermandad. Al final hay que pedir disculpas al equipo que me acompaño en la aventura  y a los que me apoyaron y ayudaron, por no haber podido estar a la altura necesaria para revalidar el proyecto de continuidad, y a la vez de renovación de personas para el futuro, que ofertamos.
Lo que de amargo y violento vi, sentí, pensé y escuche el día de San Jeremías, va por dentro y es preferible dejarlo dentro y esperar que se apague. Pero como medico ya te adelanto es perjudicial para la salud.

Y como miembro de junta de gobierno ¿Con qué recuerdo o experiencia te quedas?


Llegué en un momento difícil para  la Junta y con poco bagaje en esas lides, pero gracias a todos ellos, que me asesoraron y ayudaron, conseguí entrar en la dinámica del grupo.
El participar en las decisiones importantes de mi Hermandad, el estar con un grupo compacto que se hizo rápida y fácilmente con las riendas de la situación, (lo que dice mucho de su calidad humana y diríamos que “profesional”), el que al final sea un grupo de amigos me llena de orgullo primero, segundo de satisfacción y tercero de tristeza de que no se comprenda por el conjunto de hermanos como somos una maquina engrasada y muy fiable para liderar cualquier empresa que se proponga.
En una reunión informal con una persona de este mundillo semanasantero, muy conocido en Sevilla y amigo personal, al que le comenté que estaba en la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Carretería, en ese momento sin idea ni pretensiones de encabezar una candidatura, me dijo: “ten en cuenta que en Sevilla, una Hermandad solo se gobierna bien cuando la Junta está formada por amigos”. Un año después vino José María con la patata caliente, y… formamos el grupo de amigos.


Vía-Crucis del Consejo Gral. de Hermandades y Cofradías, portada del Corpus, reconocimiento a la mejor estación de penitencia en el año 2010... ¿Piensas que, como se comenta en el mundo cofrade, es la Carretería una Hermandad de moda? ¿Qué culpa de eso tiene la labor de los últimos años desarrollada en la Archicofradía?

No estoy con la frase “una Hermandad de moda”. Lo que sí estoy de acuerdo que el esfuerzo y el trabajo de un equipo, y sobre todo que con el concurso de todos los hermanos, se llega a ponerla en una cota alta de prestigio.
La Carretería ha estado algo apagada mucho tiempo, pero en los años recientes se ha conseguido encaminarla a ser un ejemplo de seriedad, de respeto, de prestigio y de mejora continua, como lo demuestran los acontecimientos que mencionas.
Evidentemente debemos tender a llegar a un nivel tal, que sea un referente en Sevilla y guión en la manera de comportarse. Y no hablo de la presencia en la estación de penitencia, que también y ya está reconocida, sino en seriedad, señorío y comportamiento ante las instituciones, ante la sociedad y sobre todo ante nuestros propios hermanos. No es algo más, sino algo importante.
Tenemos potencial, tenemos la categoría humana en los hermanos, tenemos reconocimiento de parte de la sociedad, solo nos queda ponerse manos a la obra y dedicarse a ello. Tenemos y podemos ser LA CARRETERÍA.

Como diputado de cultos, siempre has hablado con mucho cariño de Benjamín Ojeda. En cierta ocasión me comentaste que fue quien te instruyó en la materia. ¿Podrías hablarnos de él?

He comentado muchas veces que yo he aprendido mucho humana y profesionalmente de tres personas mayores; y ahora añadiría una más: mi padre, el Dr. Antonio Alvarez Dardet, el Dr. Bernardino Fajardo y ahora añadiría Don Benjamín Ojeda.
Yo conocí a Benjamín tomando una cerveza en la Sala de Convivencia, tiempo antes de que yo entrase a la Junta, cuando hizo la felicitación de la hermandad que José María nos envió. A mi mujer y a mí nos impacto.
Volví a tratarlo ya cuando juré el cargo, y desde ese momento se aprestó a enseñarme en todo lo referente a los entresijos del funcionamiento de la Hermandad. Sintonicé inmediatamente con él, y creo que fue una sintonía mutua, tanto en la Junta como en lo privado. Me trató como a un hijo suyo.
Aunque de chico iba ayudar Misa a la Capilla de la Plaza de Molviedro los sábados, y posteriormente en los Salesianos donde estudie el bachiller superior, todo lo que he aprendido del funcionamiento y organización del ceremonial de la sacristía y de los actos religiosos en general me lo enseñó él, aunque mi puesto no era ese en concreto. Por eso cuando falleció, yo me apresté a intentar sustituirlo en memoria suya, aunque no con la perfección derivada de la experiencia que él tenia.
Desde que cayó enfermo nos tratamos con más frecuencia e intensidad, y fue con la primera persona con la que contacté para formar esta candidatura, con la doble intención de que formase parte de ella y que me orientase en su composición. Al igual que hice con José María.
Sobre mi amigo Benjamín puedo repetir dos anécdotas que viví con él, aunque no en momentos agradables para él y por supuesto para todos nosotros, y que representan su talante.
La primera fue cuando le pedí, estando sentados en la cafetería de unos grandes almacenes, que formase parte de la Junta que empezaba a formar. Y me contestó: “tal como estoy ahora no, porque no quiero que tengas que poner crespones negros en le palio por mi culpa”
Y la segunda es que estando los dos solos, en la habitación del hospital, entró la doctora que llevaba su caso a comunicarle la mala noticia del resultado de las pruebas. Y lo primero que le preguntó cuando la escuchó con serenidad y atentamente fue: “¿usted cree que viviré cuatro años más?”. La compañera le preguntó intrigada “¿por qué cuatro años?”. Benjamín, tranquilamente y mirándole a ella a los ojos y señalándome a mí con el dedo índice, dijo: “por que quiero ayudar a este señor que me va a necesitar”.

¿Cómo ha vivido la evolución de la Hermandad en estos últimos años?

Con satisfacción, sobre todo al estar más cercana a ella y más involucrado en los últimos tiempos. Creo que aun habiendo tenido la  Hermandad unos Hermanos Mayores de un nivel, es a mi criterio, aunque para algunos les pueda ser difícil reconocerlo, José María Sainz el artífice del nivel de la Hermandad y el prestigio conseguido dentro de este mundo difícil de las Hermandades.
Como también he dicho y me habéis escuchado “no se engoló ni se aprovechó del puesto que ha desempeñado, sino que sirvió a la hermandad”. A pesar de las vicisitudes por las que ha pasado en su cargo, creo que ha sabido recomponerse y afrontar los retos con más energía, sabiendo cubrir las necesidades que la Junta tenia. Ya se lo dije un día: “has sabido conformar un grupo homogéneo y compacto que trabaja unido en pro de la Hermandad, en el que todos van al unísono”. Creo que solo se equivocó en el entrevistado.
Lo que la hermandad es hoy, en un gran porcentaje se lo debemos a José María Sainz. Eso es así, y así hay que reconocerlo. Y quiero recalcar que en los contactos que he tenido con personas que están metidas en este mundo de las hermandades, así me lo han manifestado

¿Cómo ha sido tu infancia y juventud como carretero?

Yo nací en la desaparecida calle Varflora, encima de los almacenes de la droguería del Arenal. Yo digo que nací en una calle que ya no existe.
Recuerdo el discurrir de la comitiva del entierro de la Santa Caridad y su muñidor con los hermanos que pedían limosnas para el enterramiento. Veía la procesión por debajo de mi balcón, cuando discurría en sentido contrario a la salida para tomar Velarde,  y pensaba: “tengo que ser uno de ellos”.
No fue hasta los 13 o 14 años, que me examinaba de reválida de cuarto de bachiller, que me acerqué al Cristo de la Salud y le prometí hacer lo imposible para entrar en la nomina de hermanos si aprobaba. Y aquí estoy.
Por circunstancias familiares me fui a otro barrio a vivir y estudiar, lo que me alejó de la vida diaria de la Hermandad, de la que no pude participar como hubiese querido.

¿Alguna anécdota que nos puedas contar?

<<Podría ser bonito algún día reproducir la histórica salida de Ntra. Sra. de la Luz de gloria>>
Si, una en relación con el hecho de que no he faltado nunca, desde que me hice hermano, a la estación de penitencia. Tan es así que como anécdota te puedo contar que estando en el Servicio Militar y para no tener que pedirle a mi padre dinero para pagarme el viaje, compré un billete de avión para venir desde Valencia, y a la vez busqué, con otro compañero sevillano, la sustitución en la consulta de un pediatra en el pueblo de Catarrosa para con ese dinero poder venir. Como teníamos hambre porque cuanto más tiempo estuviésemos en ella mas cobrábamos y no almorzamos, fuimos a pasarla vestido de “domingo de ramos” y nos comimos entre los dos un saquito de castañas y otro de nueces que al titular de la consulta le había regalado una enferma agradecida. Con ello puede venir a ver a mi mujer, entonces novia, y salir de nazareno. Me puedo imaginar el compañero pediatra cuando llegase a si casa y encontrase la cocina con las cáscaras solamente.

Hay vida antes y después del Viernes Santo. ¿Tienes preferencia por alguna Hermandad además de la Carretería?

Me gusta muchísimo la Semana Santa y todo el entorno que se crea. Los días de la cuaresma hay muchos actos y vivencias que diría superan al propio de la Semana Mayor, como puede ser por ejemplo el traslado del Cristo del Calvario.
No soy de ninguna hermandad más que de la Carretería. Pero sí me gustan bastantes, por no decir casi todas, Santa Marta, los Servitas, la Quinta Angustia, o los Estudiantes.

¿Y de Gloria?

No tengo preferencia por alguna en concreto, pero podría ser bonito algún día reproducir la histórica salida de nuestra Virgen de la Luz de Gloria, que he visto en alguna foto antigua.

Ahora que vivimos momentos convulsos en las Hermandades y Cofradías (modificación de estatutos, el Consejo de HH y CC, la cesión de San Hermenegildo, cónclaves clandestinos de hermanos mayores, la elección del pregonero...) ¿Crees que se está perdiendo el verdadero sentido de las Hermandades?

No es que se esté perdiendo el verdadero sentido de las hermandades, somos nosotros los que estamos perdiendo el norte y el sentido de la medida. Estamos en una sociedad en que la notoriedad y el yo es lo que prima; está devaluada la palabra y el apretón de mano; difama que algo queda y no pasa nada.
Las Hermandades tienen su razón de ser y su sentido, pero los estamos usándolo en nuestro beneficio, y no en el sentido para lo que están pensadas y creadas.
En fin, que las hermandades son lo que siempre han sido, y somos nosotros los que tenemos que recapitular.

Un cardiólogo que visita cada viernes al Cristo de la Salud y a Ntra. Sra. del Mayor Dolor en su Soledad... ¿Alguna receta para estos tiempos que corren?

Ser uno mismo, ser un señor en todos los órdenes de la vida. Tener sentido común, que es el sentido menos común de todos los sentidos. No dejar de dar gracias por lo que tenemos y pedir ser mejores en todos los ordenes. Rogar porque los que tienen el cometido de dirigir la sociedad y los grupos piensen que es lo mejor para todos y no lo que es mejor para él.
Es muy fácil pensar, cuando estás al frente de un equipo, que soy yo el que tiene que subir con la ayuda de los demás, cuando en realidad ayudando yo a subir a los otros, sube el grupo y subes tu.
Tenemos que volver a que la palabra dada por una persona va Misa, y el apretón de mano es lo mismo que una firma ante notario. Que mi libertad termina cuando y donde empieza la de los demás.
Y no dejar de visitar y rezar al Cristo de la Salud y Ntra. Sra. de la Luz y del Mayor Dolor, que seguro que nos escucha.

¿Preparado para una nueva aventura dentro de cuatro años? (Ya un poco menos)
Eso solo lo sabe Dios.
Lo que no hay que perder de vista es la perspectiva de la hermandad y sus necesidades, para poder interpretar que es lo que necesitara con el paso del tiempo y qué características debe tener la persona que debe liderarla.

... Y, por último: ¿De padre o de madre?

Me bauticé en la Parroquia del Sagrario, hice la primera comunión ante Ntra. Sra. De la Candelaria, y me crié con nuestros titulares y estudie en los Salesianos de Triana junto, a María Auxiliadora. Pero me siento más a gusto rezándole a nuestro Cristo de la Salud, y haciendo la estación de penitencia con Ntra. Sra. Del Mayor Dolor. Será que mi advocación mariana por excelencia, y a la que nombro en las tribulaciones, es María Auxiliadora.



EPÍLOGO

Quiero agradecerte el que pensases que fuese yo el primero en entrevistar para nuestro recién nacido BARCO DEL CARBÓN, y espero que estas respuestas dadas con sentimiento y sin mirar la galería sean lo que esperabas tú y los que la lean.
El DR. Bernardino Fajardo, profesor mío en cardiología, el primer día que entré a su consulta para ser alumno interno de cardiología me dijo: “muchacho, todavía estas a tiempo de arrepentirte”. Pues lo mismo te digo, todavía estas a tiempo de arrepentirte de haberme hecho estas preguntas.










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario en "El Barco del Carbón"